Abandona el Camino el Casco Histórico por la calle San Francisco encaminándose hacia la Capilla de San Lázaro. Es lo único que se conserva del antiguo hospital del mismo nombre que existió desde el siglo XIV para la atención de enfermos de lepra.
Desde aquí, el Camino continúa por una antigua ruta, quizás romana o tardorromana, que además era la principal vía de acceso al interior de Galicia y a la antigua capital de Mondoñedo, y que nos llevará a Vilanova de Lourenzá.
El peregrino cruzará las parroquias de Ove, donde la antigua Orden de los Caballeros Hospitalarios tuvo una de sus casas dependiente del Hospital de Portomarín, Covelas y Arante. En esta última, en el barrio de A Ponte, la visita al Santuario de Nuestra Señora de las Virtudes es obligada.