Una de las épocas de mayor auge económico de Ribadeo se produce en el siglo XVIII (el siglo de la Ilustración o de las Luces) cuando el puerto ribadense consigue una posición de primer nivel entre los puertos del Cantábrico. Causa y efecto de este auge, es el establecimiento de destacados comerciantes en la villa, quienes transformarán su fisonomía con la construcción de nuevas viviendas. En una de las casas más importantes de la villa (Casa de Guimarán), iniciará su andadura empresarial Antonio Raimundo Ibáñez (1750-1809). La Ruta del Ribadeo Ilustrado recorre, de la mano de Ibáñez, el centro histórico de Ribadeo, poniendo en valor su pasado comercial y el patrimonio legado.
PLAZA DE ESPAÑA
Comienza este recorrido en el centro neurálgico de Ribadeo, la Plaza de España o del Campo. En torno a esta plaza, se alzan construcciones emblemáticas de la villa que nos permiten recorrer su historia. Es el caso de las casas hidalgas, la famosa Torre de los Moreno o el neoclásico Pazo de Ibáñez, que hoy alberga la sede del Ayuntamiento. Este edificio fue mandado construir por Raimundo Ibáñez, Marqués de Sargadelos, como su residencia habitual y más tarde sería propiedad de Antonio Casas Puelles, siendo conocida como “Casa de Arriba”. Su soportal con cinco pilastras en la fachada principal, es una de las estampas características de la villa
ANTONIO RAIMUNDO IBÁÑEZ
Antonio Raimundo Ibáñez (1750-1809), nacido en Santa Eulalia de Oscos (Asturias), vivió en la ciudad de Ribadeo cuarenta y dos años. Aquí nacieron sus diez hijos y tuvo lugar su trágica muerte. Fue un adelantado a su tiempo, intrépido emprendedor, sagaz comerciante, creador del primer establecimiento español de siderurgia moderna. Sus emprendimientos estimularon el desarrollo del Puerto de Ribadeo y el auge comercial de la villa en el siglo XVIII hasta convertirlo en uno de los puertos más relevantes del Cantábrico. Su legado pervive en el Conjunto Histórico Artístico de Sargadelos (Cervo).
PLAZA DE ABAIXO
Dejando atrás la Plaza de España por la rúa Amando Pérez -antigua calle Mayor-, se atraviesa el lugar que ocupaba la “Porta da Vila”, de la antigua muralla, para acceder a la Praza de Abaixo. En este espacio, que fue Plaza Mayor de Ribadeo hasta el siglo XIX, se puede apreciar el edificio del Antiguo Consistorio con su balaustrada fabricada en Sargadelos y sus tres escudos, la indiana Casa de Don Clemente, el Cine Colón de fachada en estilo art decó y la fachada posterior de la Torre de los hermanos Moreno.
PRACIÑA DOS CATRO CANOS
Continuando por la rúa Amando Pérez se llega a la “Praciña dos Catro Canos”. Antes de acceder a este rincón tan auténtico de la villa histórica, se encuentra el Pazo de Miranda, que perteneció a una de las familias más importantes del comercio marítimo de madera -entre los siglos XVI y XVII- de Ribadeo.
PAZO DE LOS MIRANDA
Se trata de una casa señorial de bajo y dos plantas, con tres balcones con barandilla de fundición enrejada y tres sólidos portalones de madera con molduras en los bajos. En el escucho derecho de su fachada, se puede apreciar el símbolo de este linaje, cinco doncellas cubiertas por una concha de vieira.
BIBLIOTECA «EL VIEJO PANCHO»
Próximo a la “praciña”, ya sobre la rúa Antonio Otero, se sitúa el edificio que hoy alberga la biblioteca municipal y que fue entre 1844 y 1875 “Escuela de Náutica y Comercio de Ribadeo”, evidenciando la importancia en la economía local de las navieras y el transporte marítimo. En este mismo rincón de la villa se encuentra “O Patín”, uno de los edificios civiles más antiguos de Ribadeo y cuya familia era conocida por comerciar con madera. La fachada principal ostenta el escudo de los Menéndez Navia.
CASA DE ABAIXO
Otro punto emblemático del itinerario es esta casa propiedad de Francisco Antonio Bengoechea. Este comerciante marino de origen vascose establece en la villa en 1839 y funda la “Casa de Banca y Comercio Bengoechea” dedicada a la actividad comercial, naviera y bancaria. Esta entidad, que funcionaría durante más de un siglo, llegó a contar con treinta y tres barcos mercantes El nombre popular que recibe la casa se asocia -por contraposición- a la mencionada “Casa de Arriba” (Pazo de Ibáñez).
ATALAIA
La calle Bispo Veres y la calle Atalaia, con sus antiguas casas señoriales, nos conectan con este promontorio sobre el puerto, lugar de interés de los más significativos de Ribadeo por su historia y por la belleza de sus vistas. Debido a su localización, el lugar fue utilizado desde tiempos medievales para guiar a los navegantes por medio de hogueras, convirtiéndose en 1542, en baluarte defensivo. Aquí se sitúa la Capilla de la Santísima Trinidad, una de las más antiguas de Ribadeo, construida en el siglo XII sobre tramos de la antigua muralla. Desde este entorno, es posible acceder al ascensor panorámico que conectará con el Puerto.
PAZO DE GUIMARÁN Y ANTIGUA ADUANA
Una vez situados en Paseo Marítimo, se avanza -hacia el Puente de los Santos-, hasta llegar a una explanada (aparcamiento) desde la cual se contemplan dos edificios muy importantes de este recorrido. El primero de ellos, a la derecha -de espaldas al mar- es el Pazo de Guimarán y a la izquierda, la antigua Aduana.
El Pazo de Guimarán es un gran edificio del siglo XVIII construido -o ampliado- por el rico empresario y comerciante Bernardo Rodríguez de Arango y Murias Mon, apodado “El indiano” y nacido en Santa Eulalia de Oscos (Asturias). En esta casa trabajaría Raimundo Ibáñez iniciando su carrera como comerciante.
Por su parte, la “Antiga Aduana” -que refleja claramente la relevancia del comercio marítimo en Ribadeo-, es un edificio de porte señorial del siglo XVIII que fue en origen la casona particular de Don Carlos Acevedo Pardo. En ella residió también Pedro Miranda Villamil, exitoso comerciante contemporáneo de Raimundo Ibáñez.
PUERTO DE PORCILLÁN
La evolución de la villa de Ribadeo está íntimamente relacionada con su puerto. La existencia del núcleo urbano se remonta por lo menos al siglo IX, época desde la cual está documentada la existencia de dos aldeas de pescadores en torno a Cabanela y Porcillán.
A partir de la Edad Media, el puerto de Porcillán se desarrolla impulsado por la actividad comercial llegando a convertirse en uno de los puertos más importantes de la costa cantábrica, especialmente durante los siglos XVIII y XIX y hasta la aparición de la navegación a vapor que motiva la decadencia de la navegación a vela, dominante entre las navieras locales.
Hoy, la privilegiada zona del puerto de Porcillán, es un espacio de ocio y servicios conectada por un paseo marítimo por el que transita el Camino Natural Ruta del Cantábrico y la Senda Azul. Es la zona de llegada de las lanchas que conectan ambos lados de la ría y entrada oficial de Camino de Santiago del Norte en Galicia.
El puerto deportivo, con Bandera Azul, está gestionado por El Club Náutico y cuenta con una buena oferta actividades vinculadas a la práctica de deportes náuticos y subacuáticos.