Espacios Singulares

La naturaleza del municipio ribadense es plural, engloba tres mundos: el de interior, la rasa costera y la línea de costa, cuyo epicentro demográfico es el poblado marisquero y otrora ballenero de Rinlo; litoral el que se alternan playas y acantilados en los que el mar ha labrado calas, furnas, cuevas y arcos como los de la playa de As Catedrais (Las Catedrales).

En el interior del territorio destacan verdes valles de perfil suave de este a oeste, los bosques, cultivos y praderías de Ove, Vilausende, Couxela, Covelas, Cedofeita, Arante y Remourelle; un espacio con un paisaje único que ofrece una gran variedad de recursos de tipo cultural y natural que acercan al visitante los encantos más escondidos del corazón de nuestro municipio. Miradores con vistas espectaculares, pazos y casas señoriales y paisajes naturales de gran belleza.

Rinlo es un puerto de origen medieval creado en uno de los pocos entrantes propicios para eso de esta costa: la ensenada de la Areosa. Se trata de un puerto tradicional de pesqueros. Muestra de esto es su cofradía de pescadores, una de las más antiguas de España.

Importante es su pasado marisquero. Sobre el año 1904 comienza a funcionar en Rinlo una cetárea natural destinada al cultivo de langosta y centollo, levantada sobre una zona de la costa donde una lengua de mar entra en las rocas y construye una pequeña piscina natural y zona de abrigo. Pocos años más tarde entran en funcionamiento las otras dos cetáreas con las que cuenta Rinlo.

Además cada año esta villa, celebra la Festa do Percebe en julio o agosto, en función de las mareas, con la degustación de ese y de otros mariscos.

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