El litoral ribadense se caracteriza por su sinfín de entrantes y salientes que forman pequeñas playas, un claro ejemplo es esta playa, una de las más singulares por su orografía en forma de arco.
Su situación favorable ante los vientos de la zona, hace que su afluencia sea de las más altas durante los meses de verano. Su oleaje es moderado aunque según la marea es posible ver cubrirse toda la playa por el mar. Está compuesta de roca y arena blanca. compuesta de roca y arena blanca.
Está aislada, pero dispone de aparcamiento junto a la carretera costera y es de fácil acceso. Dispone de servicios básicos: servicio de socorristas, vestuarios, duchas, papeleras y limpieza en verano.
Hay que tener mucho cuidado con acercarse a la base de los acantilados, la costa es muy activa y pueden ocurrir desprendimientos de rocas. La playa de Esteiro forma parte del Monumento Natural de «As Catedrais».