Jardín de Indianos
(Foto: Granja Escuela Pedro Murias)
El jardín consigue una especial relevancia en la arquitectura indiana. Refleja el uso recreativo del suelo, por más que en ocasiones se complemente con otros más productivos con la plantación de árboles frutales y zona de cultivos.
Encontraremos jardines de tipo francés, ordenados en calles de arena y parterres rellenos de macizos de flores, y otros de inspiración romántica de tipo inglés poblados de especies variadas y exóticas. Estos últimos serán los más frecuentes, quedando los de tipo francés relegados para los espacios delanteros de las viviendas y en la parte posterior el jardín abierto.
(Foto: jardín Granja Escuela Pedro Murias)
En estos jardines veremos un elemento casi ritual o simbólico, representado por lo general por la palmera, tan identificativa del mundo indiano y emblema de la condición de su propietario. Casi convertida en una costumbre universal, los espacios delanteros de las edificaciones indianas estarán presididos por ellas.
A la palmera se unirán otras especies exítocas como las camelias, magnolios, cedros, castaños de indias… siguiendo la moda extendida entre la burguesía europea de la época.
El llamado Jardín de Indianos (o «Xardín de Indianos») situado frente a la fachada de Casa de Sela fue proyectado para honrar la memoria de los emigrantes ribadenses, fueran o no afortunados y hubieran o no regresado. El parque cuenta con arbustos típicos de Galicia y de América y diversas especies de plantas floridas, además de los plátanos que ya poblaban la parcela antes de su remodelación.
