La idea surgió de una vecina de Ortigueira, Da María Luisa Soto, que se dio cuenta de la abundancia de marisco en la zona. La propiedad fue pasando por varias manos y tras la Guerra Civil quedó en manos de D. José Vázquez Oroza.
Las especies de marisco que se comercializaban eran: centollo, buey de mar, langosta, bogavante, camarón y nécora.