Este edificio, junto a un antiguo acceso a la villa, fue construído a principios del S.XX por el óptico Pedro García, siguiendo los dictados del estilo indiano. Así, por ejemplo, está coronada por el tradicional gurugú o mirador, que acostumbra identificar las casas de comerciantes y armadores de los siglos XVIII y XIX en Ribadeo y que fue asimilado por la arquitectura indiana.