Esta casa fue costeada por Ascensión Pillado y Pedrosa en 1888. La fachada remite a los pazos urbanos del casco histórico ya que al igual que ellos, está inspirada en la arquitectura tradicional gallega: juegos de simetría con balcones y ventanas, marcos de cantería de granito, cornisa finamente labrada, o la existencia de las llamadas «puertas de aire» (balcones a ras de fachada). No obstante, el hermoso trabajo de forja advierte de que su dueña no era ajena a las tendencias artísticas del momento.