Aún con todo, no existirá muelle hasta el s.XIX. En 1833 se arregla el muelle y la rampa de Figueirúa. Por entonces, la descarga y abastecimiento de los buques se hacía echándose los trabajadores al mar, en un duro y pesado trabajo. La mercancía era recogida por las casas receptoras y transportada en carros hasta la villa. Recién en 1903, tras años de gestiones, se habilita un nuevo muelle para el embarque de hierro, carbón, grasas, aceites minerales y demás productos para los que la Aduana local estaba habilitada.