Si continuamos caminando más cara el Oeste llegamos a la zona de las cetarias de Rinlo, antiguas industrias del cultivo de marisco que aprovecharon formas litorales, furnas, para establecerse allí. En estos pequeños abrigos de la costa se creaban una especie de piscinas naturales donde se criaban, entre otras, langostas y centollas. En total llegó a haber 3 en funcionamiento, y supusieron un impulso en la economía de la villa